¿Sabe la diferencia entre "podar" y "recortar"? Muchas personas confunden estos términos o creen que son sinónimos. Sin embargo, son dos prácticas muy diferentes, cada una con sus propios objetivos específicos. A continuación encontrará lo que caracteriza a estos dos métodos.
Encargue el trabajo a un arbolista
Cuando poseemos tierras, tenemos la responsabilidad de proteger la salud de nuestros árboles. Esto incluye asegurarse de que puedan crecer de la mejor manera posible. Una forma de hacerlo es eliminar las ramas secas, dañadas o de tamaño insuficiente. Esta práctica no sólo promueve el buen crecimiento del árbol, sino que también mejora su belleza y nobleza. La poda también ayuda a prevenir ciertos accidentes desafortunados que podrían haber ocurrido si el árbol hubiera estado mal mantenido.
Sólo un podador de árboles certificado tiene los conocimientos necesarios para mantener sus árboles vitales, atractivos y seguros. Sus conocimientos y experiencia en arboricultura le permiten modificar la estructura de su árbol de forma que le beneficie a corto y largo plazo. Crea condiciones que favorecen la salud de sus grandes plantas durante toda su vida.
Un arbolista experimentado estudia la estructura del árbol y se da cuenta rápidamente de qué ramas hay que podar y cuáles deben permanecer intactas. Aunque toma las medidas adecuadas para todas las secciones del árbol, también se preocupa por lo que mejor preservará su salud. Así, sus hábiles y precisas acciones están orientadas a satisfacer las necesidades del árbol, así como los objetivos de su propietario. También tiene la experiencia necesaria para reconocer los primeros signos de enfermedad en sus frondosas o coníferas, y luego sugerir el tratamiento adecuado.
¿Sus árboles necesitan mantenimiento? Para beneficiarse de los servicios de un podador de árboles profesional, póngase en contacto con Emondage Sherbrooke Pro llamando al 819-200-2925.
Técnicas de arboricultura: poda y recorte
Es posible que piense que estas palabras son intercambiables, o que tenga dificultades para definirlas con precisión. No es el único, e incluso los profesionales del sector tienen dificultades para ponerse de acuerdo en la definición correcta de estos términos. Lo más importante es entender que se refieren a operaciones diferentes, tanto en las acciones realizadas como en sus consecuencias.
Poda: Esta práctica consiste en eliminar ciertas partes o todas las secciones del árbol, con el fin de promover su crecimiento y vitalidad. Un arbolista certificado siempre tiene en cuenta la salud del árbol al aplicar este método.
Poda: Esta técnica consiste en cortar el tronco a una altura determinada, eliminando así la parte superior del árbol. Sirve para las necesidades humanas, como crear una hermosa vista del paisaje que se puede admirar desde la cubierta. También puede utilizarse para despejar el espacio alrededor de los cables eléctricos. Esta práctica es más agresiva y no tiene en cuenta el bienestar del árbol. Puede provocar la degeneración de su salud e incluso la muerte prematura. Este término también puede referirse a la acción de cortar sistemáticamente cualquier rama del árbol hasta una determinada altura del tronco. Esto permite, por ejemplo, crear un lugar de descanso bajo el árbol.
Realización de trabajos de arboricultura en la ciudad
La mayoría de los propietarios de grandes árboles son conscientes de que deben prestar especial atención a su evolución para proteger su salud. Esto es aún más importante en la ciudad, que es un entorno difícil. El análisis de un experto es crucial, ya que cada situación es única. El podador de árboles reestructura la ramificación del árbol podando o eliminando ramas cuidadosamente seleccionadas, especialmente las que resultan molestas. El resultado es una ramificación más armoniosa y un árbol que crece de forma óptima. La poda también ayuda a prevenir accidentes (por ejemplo, una rama que se desprende repentinamente) y a tratar las enfermedades de los árboles antes de que se agraven.
Es esencial tratar con un arbolista profesional cuando se note que hay que hacer una intervención. Si realiza el trabajo usted mismo o lo deja en manos de un aficionado, corre el riesgo de dañar la constitución de sus árboles, a veces de forma fatal. Esto también pone en riesgo su seguridad, así como la de su propiedad.
Veamos los 4 tipos de poda:
Poda direccional
Esta intervención protege las infraestructuras públicas, incluidos los cables eléctricos. Las ramas obstructivas se eliminan o se redirigen suavemente, respetando otras secciones del árbol que no están en estado de daño.
Poda de raleo
Su objetivo es crear una mejor iluminación solar en determinadas zonas del terreno, como el huerto, por ejemplo. Se trata de adelgazar las ramas, seleccionando cuidadosamente las que se van a cortar.
Poda de saneamiento
El objetivo de esta técnica es preservar la estructura y la salud del árbol. La podadora elimina las ramas secas, dañadas o enfermas.
Poda de seguridad
Esta práctica tiene por objeto evitar accidentes desafortunados o daños materiales. Hay que cortar las ramas secas, rotas, débiles o enfermas.
Ahora que entiende la diferencia entre poda y recorte, le animamos a que se ponga en contacto con Emondage Sherbrooke Pro para que le describa con detalle sus necesidades. Así podremos proponerle la intervención ideal para alcanzar sus objetivos. Permiso de Sherbrooke